Su organización esta siendo amenazada y es posible que no esté seguro.
La prevención de riesgos siempre ha sido una parte fundamental de la planificación y las operaciones comerciales. Y aunque las diversas formas de protección disponibles han evolucionado a lo largo de los años, la realidad es que el riesgo también ha evolucionado. En última instancia, su organización puede ser mas vulnerable hoy más que nunca.
Amenazas tempranas a las empresas
Es probable que el primer día, en el cual el primer negocio abrió sus puertas (o incluso hasta antes de que se inventaran las puertas), hubiera alguien tratando de hacerle daño a las empresas. Los delitos físicos fueron las primeras formas de riesgo. El robo de mercancías u otras propiedades siempre ha sido una amenaza diaria, al igual que el vandalismo de todo tipo —desde romper una ventana hasta dañar intencionalmente muebles, cámaras de vigilancia o cualquier otra cosa propiedad de la organización—. El robo de propiedad intelectual ha sido otro riesgo que ha amenazado a las empresas desde el principio.
Más allá de los delitos físicos intencionales, los riesgos para las organizaciones anteriores incluían deficiencias en los sistemas de seguridad contra incendios y sistemas de vida. Un incendio en la fábrica de Triangle Shirtwaist Company, en la ciudad de Nueva York, en el 1911, acabó con las vidas de 146 personas y condujo directamente a una nueva legislación y mejores estándares de seguridad. Aunque los sistemas de seguridad de vida han mejorado mucho desde ese momento, la necesidad de una salida rápida durante una emergencia continúa representando un riesgo para las organizaciones al día de hoy.
Nuevos riesgos para las operaciones modernas
Hoy en día ha surgido una amplia gama de vulnerabilidades más nuevas, dejando a las empresas en mayor riesgo que nunca. El primer y más frecuente riesgo es el cibercrimen. Mientras muchos de los delitos cibernéticos se ejecutan a distancia, a un número sorprendentemente alto de piratas informáticos les resulta más fácil infiltrarse físicamente en las instalaciones y obtener acceso a la red para instalar malware o ransomware, robar propiedad intelectual o información de identidad, o instalar un spybot (o robot de espía) que puede permanecer sin ser detectado para siempre. Pueden hacer esto robando una computadora portátil, servidor u otro dispositivo y luego usarlo para acceder. También podrían conectar su propio dispositivo directamente a un puerto IP.
Además del robo, el vandalismo y los delitos cibernéticos, las empresas de hoy en día tienen que enfrentar otros riesgos. El más aterrador de estos es seguramente la posibilidad de violencia en el lugar de trabajo, terrorismo o tiradores activos. Es seguro que hoy no hay una organización que al menos no haya pensado en proteger a su personal y visitantes de estas amenazas. y aunque otros riesgos puedan parecer menos críticos a la posibilidad de pérdida de vidas, las empresas también deben protegerse de las preocupaciones operativas, tales como la responsabilidad y las sanciones por incumplimiento de las regulaciones gubernamentales.
Muchos de los crímenes mencionados aquí requieren que los perpetradores entren en las instalaciones, generalmente en áreas de acceso controlado. Aquí es donde entra en juego la ingeniería social, o la práctica de los delincuentes que usan artimañas para superar a los guardias de seguridad. Aunque los oficiales de seguridad pueden ser profesionales altamente capacitados, la realidad es que los piratas informáticos y otros delincuentes son increíblemente hábiles para encontrar formas inteligentes de engañarlos para que les permitan ingresar incluso sin las credenciales adecuadas. Por ejemplo, una persona sin credencial podría simplemente llevar una bobina de cable, una caja de herramientas y una escalera y afirmar que es un trabajador que responde a una llamada de mantenimiento.
Defensa contra las vulnerabilidades de hoy en día
Con tanto riesgo presente todos los días, ¿cómo pueden las organizaciones defender el lugar de trabajo?
Las entradas de seguridad son una primera línea de defensa ideal. Desde el simple control de multitudes hasta la prevención total de infiltración pueden proporcionar el nivel de seguridad necesario para cada punto de entrada. En las entradas más sensibles, una puerta giratoria de seguridad o esclusa no requiere la presencia de ningún oficial y no permitirá la entrada de nadie que no sea la persona que coincida con las credenciales autorizadas que se presentan.
Y las entradas de seguridad no solo lo ayudarán a mantener el cumplimiento de las regulaciones, sino que también proporcionarán una capa de protección contra la violencia en el lugar de trabajo y los incidentes de disparos activos para mantener a salvo al personal y a los visitantes.
Es poco probable que la perspectiva de riesgo desaparezca alguna vez. Sin embargo, al implementar las soluciones más completas en sus puntos de entrada, puede mitigar las amenazas a su organización y ayudar a mantener su lugar de trabajo más seguro.